miércoles, 26 de febrero de 2014

10 Reglas para prevenir la obesidad infantil


¿Quién no ha oído alguna vez aquello de “¡qué hermoso está!” ante un bebé gordito?  Pero quizás deberíamos empezar a cambiar la idea que tenemos de que un bebé rollizo es un bebé sano y bien alimentado.
La obesidad se está convirtiendo en una de las epidemias más importantes de nuestros tiempos y la obesidad infantil en concreto está adquiriendo últimamente cifras alarmantes: en los últimos 20 años se ha triplicado el número de niños obesos y en España 1 de cada 3 niños padece sobrepeso.
Si bien es cierto que la genética tiene que ver bastante con esta enfermedad, no es menos cierto que los hábitos alimentarios son tan o más importantes que la genética. Cada vez son más los estudios que demuestran que este problema empieza a forjarse ya desde bien pequeños. ¿Qué podemos hacer pues para prevenir la obesidad infantil? Vamos a centrarnos hoy en el primer año de vida del bebé, ¿realmente podemos hacer algo a tan temprana edad para prevenir una obesidad futura? La respuesta es sí:

Maneras de prevenir la obesidad infantil

  1. Darle de mamar. Varios estudios coinciden en señalar que los bebés alimentados con leche materna tienen menos riesgo de desarrollar obesidad en un futuro que los alimentados con leche artificial. Parece ser que este efecto se prolonga en el tiempo, es decir, a más tiempo de dar el pecho, menor riesgo de obesidad. La recomendación de la OMS es prolongar la lactancia materna al menos hasta los 2 años.
  2. Dar lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, tal como también recomienda la OMS: no introducir otros alimentos diferentes de la leche (alimentación complementaria) antes de los 6 meses de vida.
    prevenir la obesidad infantil
    prevenir la obesidad infantil
  3. En el caso de dar lactancia artificial, no aumentar el volumen de leche y el número de biberones indicados por el pediatra.
  4. No utilizar el biberón como tranquilizante o para hacer dormir al bebé y no añadirle miel ni azúcar.
  5. Al introducir la alimentación complementaria, introducir paulatinamente todos los alimentos: también verduras, frutas, legumbres y pescado e irlos manteniendo en el tiempo. La mayoría de los niños dejan de tomar estos alimentos con el tiempo.
  6. Evitar los zumos de fruta. Es mucho mejor dar la fruta primero en papilla y después en trozos. Los zumos, aunque sean naturales, no tienen fibra y tienen mucha más fructosa (azúcar de la fruta) que una pieza de fruta. En un zumo nos tomamos mucha más fruta (fructosa) que si nos tomáramos la pieza entera, por lo tanto el zumo es mucho más calórico.
  7. Al introducir los cereales no sobrepasar la cantidad recomendada por el pediatra, no sobrecargar la papilla o el biberón con un exceso de cereales.
  8. No sobrepasar la cantidad de 40-50g de carne al preparar el puré del bebé durante este primer año de vida. Parece ser que un exceso de proteínas a tan tempranas edades favorecería la aparición de obesidad, y aunque este punto está todavía por confirmar, lo más sensato por el momento parece ser no sobrecargar al bebé con un exceso de proteínas.
  9. No forzar a comer al bebé. El es el único que sabe cuándo se ha quedado satisfecho. Si el aumento de peso es el correcto no debemos obligarle a “acabárselo todo”.
  10. Disminuir en lo posible los alimentos procesados industrialmente. Lo ideal es preparar nosotros mismos la comida del bebé y dejar para momentos ocasionales la utilización de los “potitos”. Numerosos estudios demuestran la correlación entre la comida preparada y el riesgo de padecer obesidad.