miércoles, 16 de octubre de 2013

Por qué debemos comer más por la mañana


Un desayuno alto en calorías puede ser la clave para perder peso

¿Cuáles son las ventajas de tomar un buen desayuno cada mañana? (Corbis)
¿Cuáles son las ventajas de tomar un buen desayuno cada mañana? (Corbis)

De la importancia de un buen desayuno nos han hablado todos, incluso (o sobre todo) nuestras madres. Que si es la comida más importante del día, que si no se te ocurra salir de casa con el estómago vacío, que si un café no es suficiente… Sabemos que para rendir a lo largo de la jornada laboral tener la tripa llena desde primera hora es un factor indispensable, pero ahora también los nutricionistas nos recuerdan que, si nuestro objetivo es perder peso, debemos preocuparnos por desayunar bien.

Según un estudio publicado en el último número de la revista Obesity, un desayuno contundente puede contribuir a nuestro adelgazamiento. Como indica la investigación realizada por un conjunto de nutricionistas de la Universidad de Tel Aviv, consumir la mayor parte de calorías del día a comienzo de la jornada engorda sensiblemente menos que hacerlo durante otros momentos del día, como el mediodía o la noche.

El grupo de científicos utilizó a 93 mujeres con sobrepeso, a las que sometieron a un régimen de 1.400 calorías durante un año completo. Estas fueron divididas en dos grupos que ingerían la misma cantidad de calorías al día. La diferencia es que uno de ellos situaba el momento de mayor consumo de alimentos por la mañana, y el otro, a última hora de la noche. En concreto, el primero tomaba 700 calorías en el desayuno, 500 en el almuerzo y 200 para la cena; en el caso del segundo grupo, esta secuencia se invertía y tomaba 200 calorías en el desayuno, 500 en la comida y 700 en la cena. Pues bien, los que ingerían más alimentos durante la mañana perdieron más peso y redujeron la circunferencia del estómago de manera más acentuada que aquellos que cenaron de manera contundente.

El síndrome metabólico

Todas las participantes del estudio, mujeres que tenían alrededor de 40 años, sufrían lo que se conoce como síndrome metabólico, es decir, la conjunción de factores de riesgo y enfermedades que aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes. Uno de los grandes problemas sanitarios que tiene que afrontar países occidentales como Estados Unidos, donde se cree que el 25% de los mayores de 20 años lo sufre, y que probablemente haya sido la principal motivación para realizar el estudio.

Aquellos niños que acudían a clase con el estómago vacío tenían muchos más problemas para retener la información Como señalan los investigadores en la conclusión del artículo, “un desayuno alto en calorías junto a una cena más ligera podrían ser una útil alternativa para el control de la obesidad y del síndrome metabólico”. En este grupo, los investigadores encontraron que los niveles de glucosa e insulina habían descendido entre las participantes, así como su sensación de hambre, mientras que se sentían más saciadas a lo largo del día. Esta ha sido, tradicionalmente, la razón principal que explica por qué, como afirmó la nutricionista estadounidense Adelle Davis en los años sesenta, debemos “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”.

No es el primer estudio que indica la relación existente entre un buen desayuno y los bajos niveles de insulina, una de las hormonas que favorecen la acumulación de las grasas. Una investigación publicada en el American Journal of Epidemiology señalaba que saltarse el desayuno aumentaba la prevalencia de la obesidad. Dicho estudio indicaba también que cuantas más comidas se realizan al día, menor es el riesgo de sufrir sobrepeso, puesto que ello contribuía a evitar la aparición de la sensación del hambre.

Qué pasa si no desayunamos correctamente

Aunque esta es una buena razón para tomarse veinte minutos al día para desayunar, no debería ser la única. Como indicó este pasado mes de julio una investigación realizada por la Asociación Americana del Corazón, los hombres de mediana edad que se saltan el desayuno tienen más posibilidades de tener un ataque al corazón o sufrir problemas cardiacos. Una de las razones por las que esto ocurre es que, por lo general, la clase de alimentos que ingerimos durante el desayuno, como los cereales, suelen ser más saludables que los que consumimos en la comida o en la cena. Estos proporcionan a lo largo del día una sensación de saciedad que, además, evita que acudamos constantemente a la nevera a picotear (o, en su defecto, a la máquina de vending del trabajo).

Las personas que se toman en serio la primera comida del día tienen un mejor humorPero saltarse el desayuno no afecta únicamente a nuestro corazón sino, como los profesores suelen recordar a sus alumnos a partir de su experiencia personal, también a nuestra memoria. Un estudio realizado en la Universidad Tufts, en Boston, puso de manifiesto que aquellos niños que acudían a clase con el estómago vacío tenían muchos más problemas para retener y procesar la información recibida en el aula. Además, añadía que los niños que desayunaban cereales de avena eran los que mejores resultados obtenían.

¿Alguna vez has sentido mal humor por tener el estómago vacío? Los participantes de un estudio publicado en 1999 en Physiology & Behavior, sí, y la causa era no desayunar correctamente. Por el contrario, las personas que se tomaron en serio la primera comida del día tenían un humor mucho más positivo, lo que, al mismo tiempo, se reflejaba en su comportamiento y en la calidad de su trabajo a lo largo de la jornada. Muchos pensarán que el consumo de cafeína es lo que realmente estimula a los participantes de estos estudios, y no la comida en sí, pero esta investigación realizada por científicos de la Universidad de Bristol explicaba que esta no tenía ningún impacto en el humor o la memoria de trabajo de los que la tomaban, aunque sí a la hora de combatir la fatiga y de codificar nueva información.

Por esto engordamos: Todo lo que sabemos sobre la obesidad

La obesidad sólo puede combatirse atendiendo a diversos factores. (Corbis)

La obesidad sólo puede combatirse atendiendo a diversos factores. (Corbis)


Más de 30 expertos universitarios españoles, de múltiples disciplinas, han redactado un documento de consenso sobre la obesidad. El artículo, publicado en el número de este mes de Nutrición Hospitalaria, la revista científica de nutrición más prestigiosa de nuestro país, se presentó ayer en la universidad CEU San Pablo. Sus promotores aseguran que se trata del primer informe de este tipo en el mundo, pues hasta la fecha no se había elaborado ningún documento que abordara la problemática de la obesidad desde sus múltiples factores: médicos, biológicos y sociales.

Según los firmantes del documento, dado que los factores que influyen en el sobrepeso se sustentan en un marco multifactorial que incluye desde aspectos genéticos hasta el equilibro entre el ingreso y el gasto energético, se hace necesario tener en cuenta, a la hora de tratar el problema, factores relacionados con causas tanto personales como sociales.

Entre los aspectos exógenos, aparecen el escaso consumo de alimentos y bebidas de alta densidad energética, sedentarismo, bajo consumo de frutas y verduras, alteraciones del peso al nacimiento, ausencia de lactancia materna, etc., con una serie de condicionantes ambientales como un nivel sociocultural o socioeconómico bajo, un entorno desfavorecido y otros aspectos que directa o indirectamente influyen sobre las conductas alimentarias y la respuesta fisiológica del organismo a la actividad física. Asimismo, la actual situación económica, en la que buena parte de la población está atravesando situaciones difíciles, contribuye a una actitud psicológica que aleja de las posibles soluciones.

En la prevención del sobrepeso y la obesidad adquieren especial importancia los aspectos sociales. Desde el ámbito asistencial, se mantiene desde hace años una llamada de atención sobre la escasa capacidad de intervención nutricional sobre los pacientes, por falta de personal cualificado que se encargue de colaborar en la educación alimentaria y terapéutica, lo que repercute en una escasa adherencia a los tratamientos. Además, se detecta un escaso soporte psicológico en una patología que incluye aproximadamente un 30% de alteraciones del comportamiento alimentario, entre otros asuntos susceptibles de mejora.

Sabemos menos de lo que creemos

Este análisis científico ha sido coordinado por el profesor Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de nutrición y bromatología de la universidad CEU San Pablo y presidente de la Fundación Española de Nutrición. En su opinión, tal como ha explicado en la presentación del documento, la prevención del sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo deberían incluirse en la “cartera de servicios” del sistema de salud en España, a través de sus diferentes versiones.

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La obesidad, asegura el científico, no sólo es provocada por una mala alimentación y unos hábitos de vida sedentarios. No conocemos todavía suficientemente bien el origen y las causas, y a veces hay tendencia a “creer” más que a “conocer”. La realidad es que se trata de un problema complejo en el que influyen otros factores que solemos pasar por alto como las horas de sueño, el empleo abusivo de ciertos fármacos, la disminución del hábito tabáquico, el fenómeno global de la migración/inmigración, o el excesivo “confort térmico”, entre otros.

­Existe la opinión unánime de considerar a la familia como el mejor modelo de aprendizaje para unos hábitos alimentarios saludablesEn la prevención del sobrepeso y la obesidad, y el exceso de sedentarismo y la inactividad física, adquieren especial relevancia también los aspectos sociales. No sólo es importante lo que se come y lo que se bebe, sino también el cómo se come y cómo nos movemos. En opinión de los expertos, es necesario recuperar todo lo relacionado con la socialización de la comida o la vida activa compartida. Existe la opinión unánime de considerar a la familia, en sus diferentes estructuras, como el mejor modelo de aprendizaje para unos hábitos alimentarios y de estilos de vida adecuados y saludables. Por tanto, las políticas de prevención deberían orientarse de manera prioritaria a poder llegar y comunicar con el núcleo familiar.

Hay medidas que se pueden tomar en cualquier hogar para frenar la obesidad, como evitar comer viendo la televisión y minimizar la exposición los niños y adolescentes a los anuncios no adecuados relacionados con alimentación.
La Decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, Beatriz de Pascual-Teresa, y el Catedrático de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo, Gregorio Varela. (CEU)

La Decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, Beatriz de Pascual-Teresa, y el Catedrático de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo, Gregorio Varela. (CEU)

No todos los obesos son iguales

Muchos de los estudios observacionales y de intervención no suelen tener bien definidas las poblaciones de estudio, y se ha venido considerando al individuo “obeso” o “sedentario” con una tipología de “único”, desde el punto de vista fisiológico o patológico. Existe consenso científico actual de que no existe “la obesidad” como un fenómeno unitario, sino distintos tipos de “obesidades”, y esto requiere planteamientos innovadores en la prevención y tratamiento de cada condición en particular, pero además en materia de investigación, pues se reafirma la necesidad de un abordaje multidisciplinar.

El estilo de vida mediterráneo es el mejor modelo para prevenir la obesidadEl documento identifica también cuáles son los problemas específicos de nuestro país de cara a combatir la obesidad. Los científicos constatan un bajo consumo en nuestro país de cereales y derivados, verduras y hortalizas y legumbres. Por el contrario, se observa un elevado consumo de carnes grasas, embutidos y azúcares sencillos. Esto implica un perfil calórico desequilibrado. El estilo de vida mediterráneo, considerado en todos sus aspectos (alimentación, actividad física y socialización), en definitiva como un óptimo de filosofía de vida, se considera el mejor modelo en la prevención, probablemente también en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad y el excesivo sedentarismo.

­El documento asegura que la industria agroalimentaria en España ha jugado, y lo continúa haciendo en el presente, un papel fundamental en la mejora de la oferta alimentaria, la seguridad alimentaria, y la erradicación de las situaciones de desnutrición general y específica pero, al mismo tiempo que reconoce su papel, solicita más apoyo y colaboración, fundamentalmente a la industria relacionada con el entretenimiento, el ocio, la actividad física y el deporte.

La importancia del ejercicio físico

La falta de ejercicio físico es uno de los problemas que más directamente se relacionan con la obesidad. Según el documento de consenso, y de acuerdo con los datos de la última Encuesta Nacional de Salud, “cuatro de cada diez personas (41,3%) se declara sedentaria (no realiza actividad física alguna en su tiempo libre). Uno de cada tres hombres (35,9%) y casi una de cada dos mujeres (46,6%)”.

­Existe consenso científico en considerar la práctica de actividad física como una herramienta útil para la prevención de la obesidadEn opinión de los científicos firmantes, debe incrementarse el conocimiento para los diferentes grupos de edad sobre el impacto del diferente grado de actividad física.­ Independientemente de factores genéticos, familiares, etc., hay evidencia científica suficiente de que la actividad física deportiva regular disminuye el porcentaje de grasa corporal, y reduce factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiovascular, diabetes o ciertas formas de cáncer.

Existe consenso científico en considerar la práctica de actividad física como una herramienta útil para la prevención de la obesidad, por lo que debe promoverse la actividad física espontánea e impulsar la práctica deportiva y el transporte activo.

­ El llevar una vida activa debe asociarse no sólo con un mejor estado de salud, sino con el disfrute del tiempo y una mayor sociabilidad a todas las edades, pero de manera especial en la población infanto-juvenil y de edad avanzada. La prevención de la obesidad no se ha considerado como objetivo prioritario en el contexto de las ciencias de la actividad física y el deporte hasta muy recientemente. Es por esto que se propone de manera urgente la inclusión de investigadores del ámbito deportivo, y también del educativo, en los equipos multidisciplinares que deben llevar a cabo las estrategias de prevención e intervención.

Por qué engordan los que dejan de fumar



Los fumadores que dejan el tabaco suelen engordar de manera sensible durante el primer año. (Corbis)
Los fumadores que dejan el tabaco suelen engordar de manera sensible durante el primer año. (Corbis)


Las teorías más comunes señalan que el aumento de peso que todos los fumadores experimentan cuando intentan superar su adicción se debe a la ansiedad que dicho proceso genera. Un sentimiento que, como todos hemos comprobado en alguna ocasión, conduce a los atracones intempestivos y a las visitas frecuentes a la nevera y que, por tanto, había sido considerado hasta ahora como el principal culpable del engorde de los exfumadores. O, en su explicación alternativa, a que la nicotina elimina una sensación de hambre que reaparece cuando se deja de fumar. Sin embargo, un reciente estudio propone una nueva versión de los hechos.

Según la investigación realizada por un grupo del Hospital Universitario de Zúrich, en Suiza, encabezado por el profesor Gerhard Rogler, la razón puede encontrarse en la flora intestinal. Así pues, esta puede ser la razón por la que el fumador llegue a ganar hasta cinco kilos durante el primer año después de dejar de fumar, como manifiesta el estudio. En concreto, un 80% de los participantes habían aumentado hasta 6 kilos su peso.

La dieta no influye tanto como pensamos

El estudio, que ha sido publicado en las páginas de una de las revistas científicas más reputadas, PLoS One, y que ha gozado con financiación de la Fundación Nacional de la Ciencia Suiza, indica que cuando una persona deja de fumar, la composición de su flora intestinal es alterada de manera sensible. Los investigadores llegaron a dicha conclusión tras preguntarse por qué muchos exfumadores que juran y perjuran no comer más que en el pasado, aun así, notan un aumento sustancial en su peso. Y se dieron cuenta de que, efectivamente, no se trata de comer más o menos, sino de la flora intestinal.

Los no fumadores tienen un mayor número de bacterias de dos tipos diferentes, la proteobacteria y la bacteroidetesLa composición de esta era muy diferente a la de los fumadores y a la de los no fumadores del estudio, y mucho más semejante a la flora intestinal que suelen tener las personas obesas. Estas personas tienen un mayor número de bacterias de dos tipos diferentes, la proteobacteria y la bacteroidetes. Esos organismos trabajan de manera más eficiente a la hora de digerir las fibras más complicadas, por lo que los investigadores creen que una mayor presencia de este tipo de bacterias provoca que más alimento se transforme en grasa y que menos sea desechado en forma de heces. Al mismo tiempo, en la flora de estas personas descendía el número de otras bacterias, firmicutes y actinobacterias phyla.

El experimento fue llevado a cabo con un número muy reducido de pacientes, apenas 20, que fueron divididos en tres grupos: los fumadores, los no fumadores y los que acababan de dejar de fumar apenas una semana antes, cuya flora intestinal fue analizada. Mientras que los fumadores y los no fumadores tenían una diversidad bacteriológica semejante en sus heces, los nuevos no fumadores tenían una composición muy diferente. Además, los investigadores se cercioraron que los hábitos de alimentación y bebida de este grupo permanecía invariable, con el objetivo de descartar la hipótesis del mayor consumo de calorías. Los resultados son muy semejantes a los que ya se habían obtenido con ratas.

Las bacterias, clave

Este estudio se encuentra en una línea semejante al que esta misma semana aseguraba que el factor que más influye en el sobrepeso y la obesidad está directamente relacionado con la flora intestinal, según publicó la revista Nature. El estudio afirmaba que la baja presencia de bacterias en el intestino aumenta el riesgo de engordar.

El miedo a engordar es una de las razones que utilizan los fumadores para no afrontar su adicción“La riqueza bacteriana favorece la digestión de alimentos ricos en fibra o carbohidratos y protege al organismo contra las bacterias malas”, indicaba uno de los responsables del estudio. Dicha investigación recordaba la influencia que la obesidad puede tener en otras enfermedades derivadas como el colesterol, la diabetes, la hipertensión o los problemas cardiovasculares. En concreto, los responsables del estudio identificaron hasta ocho tipos diferentes de bacterias que influyen en nuestra digestión de la comida.

Diversos estudios han demostrado que el miedo a engordar es una de las razones (o excusas) que utilizan los fumadores para no afrontar su adicción. Como ponía de manifiesto un estudio realizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 50% de las mujeres y un 26% de los hombres señalan que la posibilidad de aumentar de peso los disuade de abandonar el tabaco.

sábado, 5 de octubre de 2013

El Ajo y sus propiedades curativas

Comer entre 1 o 2 dientes de ajo al día ayuda a prevenir muchas dolencias

Los miles beneficios del ajo

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El ajo es una hierba. Es más conocido como un condimento para las comidas. Pero a través de los años, el ajo se ha usado como una medicina para la prevención de un amplio rango de enfermedades y condiciones. El diente fresco de ajo o suplementos hechos del diente de ajo se utilizan para los medicamentos.

El ajo se utiliza para muchas condiciones relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo. Estas condiciones incluyen la presión arterial alta, el colesterol alto, las enfermedades de las arterias coronarias del corazón, los ataque del corazón y el endurecimiento de las arterias. (arterioesclerosis). Algunos de estos usos están apoyados por la ciencia. El ajo puede ser eficaz para frenar el desarrollo de la arterioesclerosis y al parecer puede reducir levemente la presión arterial.

Algunas personas usan el ajo para la prevención del cáncer de colon, del cáncer del recto, del cáncer del estómago, del cáncer de mamas, del cáncer de la próstata y del cáncer de los pulmones. También se usa para el tratamiento del cáncer de próstata y del cáncer de la vejiga.

El ajo ha sido probado para el tratamiento del agrandamiento de la próstata (la hiperplasia benigna de la próstata (HBP)), la diabetes, la osteoartritis, la fiebre de heno (rinitis alérgica), la diarrea de viajero, la presión arterial alta en los últimos meses de embarazo (preeclampsia), los resfríos, y la influenza. También se usa para aumentar el sistema inmunológico, para prevenir las mordeduras de garrapatas y para el tratamiento de infecciones bacterianas y de hongos.

Otros usos incluyen el tratamiento de la fiebre, la tos, el dolor de cabeza, el dolor de estómago, la congestión de los senos nasales, el pie de atleta, la gota, el reumatismo, los hemorroides, el asma, la bronquitis, la falta de aliento, la presión arterial baja, el azúcar baja en la sangre, el azúcar alta en la sangre y las mordeduras de serpientes. También se usa para combatir el estrés y la fatiga y para mantener el funcionamiento normal del hígado.

Algunas personas aplican el ajo a la piel para el tratamiento de las infecciones de hongos, las verrugas y los callos. Hay algunas pruebas que apoyan el uso tópico del ajo para las infecciones de hongos como la tiña, el prurito del jockey y el pie de atleta; pero la eficacia del ajo para las verrugas y callos es todavía incierta.

Hay mucha variación entre los productos de ajo que se venden con propósitos medicinales. La cantidad de alicina, el ingrediente activo y la fuente del olor distintivo del ajo, varía de acuerdo al método de preparación. La alicina es inestable, y se transforma muy rápidamente en otra sustancia química. Algunos fabricantes se aprovechan de esto y envejecen el ajo para hacerlo sin olor. Desgraciadamente, esto también disminuye la cantidad de alicina y compromete la eficacia del producto. Algunas preparaciones y productos de ajo sin olor podrían contener muy poca alicina, o bien nada. Los métodos de preparación que involucran aplastar el diente de ajo fresco liberan más alicina. Algunos productos tienen una recubierta (recubierta entérica) para protegerlo de los efectos del ácido en el estómago.

El ajo es un condimento que se usa comúnmente en la comida pero ahora algunos científicos han sugerido que también podría tener un papel como un aditivo para prevenir la intoxicación por alimentos. Hay cierta evidencia que indica que solo el ajo fresco y no el ajo envejecido puede matar, en el laboratorio, ciertas bacterias como el E. coli, el Estafilococo áureos resistente a los antibióticos y la Salmonella enteriditis.


Contrarrestra los efectos tóxicos de tu organismo si dejaste de fumar

Recuerda que el cigarro contiene 50% de sustancias cancerígenas: níquel, acetona, tolveno, alquitrán y el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano) entre otras muchas más.

Consume mucho Ajo: Integra a la dieta mucho de este ingrediente que pone sazón a cualquier comida. Aparte de ser excelente para soltar las secreciones del cuerpo siendo un elemento desintoxicante por antonomasia, es un alimento verdaderamente imbatible en su labor recomponedora del ánimo, pues congrega los principales componentes antidepresivos que existen en la naturaleza: ácido ascórbico, magnesio, calcio, fenilalanina, triptófano, potasio y selenio. Por otra parte, junto con su capacidad de neutralizar la depresión y ansiedad que te provocará el proceso de dejar de fumar, sus componentes sedantes: ácido cafeico, apigenina, geraniol, linalol y estigmasterol, te harán sentir muy animado, es decir, toda la posible "impotencia sexual" causada por el tabaquismo podrá ser dejada en el olvido.

Recuerda que en Relief Medicina Natural ¡te podemos ayudar! a llevar una vida más sana, respira la vida, vive en positivo! 
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viernes, 4 de octubre de 2013

¿Cómo afecta el humo del tabaco en los ojos?



El humo del tabaco está formado por alrededor de 4 mil compuestos, la mayoría de los cuales son tóxicos. Cuando estas toxinas flotan en el aire muchos de ellos irritan la conjuntiva, la película delicada que cubre el blanco del ojo. Estas sustancias tóxicas irritan sus terminaciones nerviosas, secándola y provocando escozor y ardor en sus ojos.

Los ojos se enrojecen y secan rápidamente. Con la sensación de arena y la nariz y la garganta resecas con tan sólo unos pocos minutos de exposición. Es incluso peor si usas lentes de contacto.






El ojo es muy sensible al medio ambiente. Debido a que fumar reseca los ojos rápidamente, los lentes de contacto se vuelven irritantes y peligrosos. Si se resecan, los lentes de contacto pueden lastimar la superficie de la córnea, la ventana transparente en la parte delantera del ojo, aumentando el riesgo de una infección ocular. Una infección bacteriana relacionada con los lentes de contacto puede provocar queratitis microbiana, un riesgo particularmente desagradable para los ojos. Aparte del cerebro, el ojo es uno de los mayores consumidores de oxígeno en el cuerpo.

Para funcionar correctamente, necesitan un flujo continuo de oxígeno y nutrientes. Fumar reduce gradualmente el suministro de sangre en el ojo provocado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el espesamiento de la sangre. A medida que el ojo sufra de carencia de oxígeno vital, se incrementa el riesgo para la visión.



¿Qué esperas para cambiar tu mal hábito y tener una buena salud?
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jueves, 3 de octubre de 2013

Estrategias Básicas para vivir en Positivo

Si mantenemos en estado óptimo nuestra salud, podemos tener bienestar y calidad de vida en cualquier etapa de la vida en que nos encontremos.

Toda persona puede apoderarse de su estado de salud y bienestar si tiene presente y lleva a la práctica diaria ciertas estrategias que lo ayudan a desarrollar un estilo de vida saludable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una serie de estrategias básicas y accesibles a toda persona, las cuales propician cambios positivos en los estilos de vida.


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Las siete medidas sencillas que la Organización Mundial de la Salud recomienda poner en práctica son:

1. Mantén una dieta balanceada y saludable, se recomienda llevar una dieta baja en grasas y azúcar, y alta en fibra, utilizando frutas y vegetales frescos de temporada.

2. Practica semanalmente algún ejercicio de tu preferencia, por ejemplo caminar una hora por lo menos tres días a la semana te ayudarán a mantener tu salud cardiovascular.

3. Asume responsabilidad plena de tu salud, cumpliendo los tratamientos según recomendados y no olvidando las citas de seguimiento indicadas por el médico o proveedor de servicio de salud.

4. Cuida tu salud mental, por ejemplo evitando el estrés negativo y durmiendo la cantidad de horas que necesites para sentirte descansado. Esta cantidad puede variar según la edad de la persona, pero como regla general se recomienda de 7 a 8 horas para mantener la calidad del sueño.

5. Debes estar alerta y anticipar las situaciones de riesgo en el hogar (dentro y en los alrededores), en el trabajo y cuando te transportas en tu automóvil privado, transportación pública, caminas por el vecindario o lugares públicos, especialmente cuando hay mucha congestión de personas.

6. Recuerda que la exposición prolongada al sol es dañina, independientemente de la protección que utilices, como regla general siempre debes protegerte con sombrillas, sombreros de ala ancha ropa que te cubra los brazos y piernas y bloqueador solar.

7. Practica la prevención, porque siempre es mejor prevenir que tener que curar una enfermedad o condición que pudo ser evitada.


Una estrategia general que integra muchas de las medidas recomendadas por la OMS, y que es accesible a toda persona, es mantenerse siempre ocupado, realizando actividades que sean importantes y significativas. Llevar a cabo una ocupación relevante a la persona le ayuda a promover su calidad de vida y a prevenir enfermedades, ya que, dependiendo del tipo de actividades y ocupaciones llevadas a cabo se estimulan y ejercitan las funciones mentales y físicas del cuerpo, promoviendo la memoria y atención, el balance, la coordinación, las funciones cardiovasculares y respiratorias, y la regulación emocional, entre muchas otras.

Si necesitas una ayuda extra para mantener tu cuerpo en equilibrio podemos ofrecerte en Relief Medicina Natural un tratamiento para bajar de peso, controlar el estrés de manera natural, sin medicamentos reduciendo los niveles de ansiedad a través de una técnica basada en la bioestimulación de puntos de meridianos de acupuntura, si quieres mayor información llama ahora a Relief Medicina Natural al 956 306 673 / 956 280 855 / 653 291 612.
Te podemos ayudar!

La autora es catedrática del Programa de Maestría en Terapia Ocupacional, del Recinto de Ciencias Médicas, de la Universidad de Puerto Rico y presidenta de la Comisión de Publicaciones del CPTOPR (www.cptopr.org). Fuente: http://www.who.int/es/.